Cómo Leer Más ( y Mejor)

A muchos nos interesa desarrollar el hábito de la lectura. Es una actividad bellísima que puede enriquecer numerosas partes de nuestras vidas. Conocemos personas que «leen mucho» y sabemos de otros que prácticamente viven para leer pero, ¿Cómo podemos comenzar a leer con mayor disciplina y comprensión? Nuestro editor nos comparte algunas recomendaciones para ello.

 

Comienza Sencillo

A veces, quienes no tienen han desarrollado (aún) el hábito de la lectura, quieren recuperar el tiempo leyendo obras extensas y complejas. Por supuesto, leer un texto con estas características siempre es un buen reto pero, si quieres comenzar a crear un hábito de lectura, quizá los primeros pasos tengan que ser más sencillos.

Al principio, busca un libro con vocabulario accesible para ti, que sea de tu interés personal y que realmente te atrape. Es posible que te hayan recomendado un libro por ser “buenísimo”, pero es posible que ese libro no hable tu idioma emocional o intelectual. Esto puede desmotivarte (hablaremos de esto más adelante) así que lo mejor es que encuentres un primer paso en textos sencillos y satisfactorios.

Pero… ¿Cómo sé si el libro que voy a leer me va a gustar? Para allá vamos.

 

¿Para Qué (y para quién) Lees?

Hay muchas razones por las cuáles millones de personas buscan el hábito de la lectura, pero las más comunes son: para entretenerse, para “cultivarse” y para aprender algo. Afortunadamente existen muchas categorías y géneros que pueden satisfacer cualquiera de estas finalidades.

No hay nada mejor que esperar algo de un libro y que éste sobrepase nuestras expectativas—como cuando una novela romántica termina siendo una experiencia de reflexión sobre nuestras vidas y relaciones—pero es muy importante que tengas una especie de “finalidad clara” al comenzar a leer.

Esta finalidad le va a dar un sentido a tu lectura, te dará concentración y te informará sobre si esa obra en particular está cumpliendo su función. Es importante que, siempre que sea posible, la literatura entre al torrente sanguíneo de tu vida, te nutra y aporte algo valioso. Leer no solamente se trata de “saber más cosas” para después alardear sobre «tu cultura» en las reuniones sociales y/o familiares, se trata de un enriquecimiento personal a través del ejercicio emocional, espiritual e intelectual.

No todos lo que leas tiene que ser profundo, intelectual y/o reflexivo, más bien, se trata de que tu lectura sirva para aquello que buscas: conocimiento, risa, escape, inspiración, desahogo, empatía, etc.

 

¿Cómo Comprar Libros?

Hay personas que, después de investigaciones de variable duración, adquieren un solo libro y, al terminarlo, van a la librería para comprar el siguiente. Todo «de uno en uno». Esto compromete al lector a terminar la obra que ha seleccionado,pero tiene el riesgo de desmotivarnos cuando nos topamos con una obra inaccesible o cuando la vida nos ha llevado a un estado emocional incompatible con dicho libro. Por supuesto, es la opción más económica y ordenada.

Hay otras personas que compran una pila de libros, que representan una tanda de lectura para los próximos meses. Incluso hay quienes que, justo al principio de cada año, compran los libros que leerán durante los siguientes 12 meses, de modo que los libros encarnan los propósitos literarios. No es la opción económica pero permite tener opciones (como ya lo mencionamos, el estado emocional es importante al elegir un título).

Ninguna es mejor que la otra. Son estilos diferentes de orden que sirven para personas diferentes.

Algunas personas deciden investigar su siguiente lectura antes de comprar. Es la cultura del consumidor informado de nuestros tiempos. Como una recomendación personal, sugiero que no leas reseñas ni adoptes expectativas con base en las calificaciones de otros lectores. El mismo libro puede conectar con miles de personas y, al mismo tiempo, ser inaccesible para otras. Si necesitas “probar” el libro antes, siempre existen opciones como ir a la librería y darle una hojeada al primer capítulo, considerando la longitud del libro (“¿puedo y quiero leer estas 340 páginas con éste estilo y tema ?”); la otra opción, más accesible en el mundo de los e-books, es descargar las primeras hojas de los libros de manera gratuita, para que conozcas un poco más sobre el compromiso que harías con esa obra.

 

Un Lugar Adecuado

Mucho se habla sobre el lugar adecuado clásico: buena iluminación, comodidad, buena postura y quizá una bebida que acompañe el momento. Sin embargo, esto es imposible para muchas personas cuyos horarios laborales, familiares y personales no le permiten encontrarse en este espacio ideal con frecuencia.

Te sugiero que, estés donde estés, solo cuides dos cosas: la iluminación y la buena postura. Tu salud visual y física pueden lograr una buena concentración,menos cansancio y goce al leer. Tendrás una lectura de calidad, aunque sea muy breve.

 

Un Momento Adecuado

Muchos consideran el “momento adecuado de lectura” como un momento de calma, libre de distracciones y sin prisas. Sin embargo, la fotografía de Pinterest del lector o lectora en una habitación dedicada, con una paleta de colores ocre, muebles wabisabi de diseñador, un té eternamente caliente, una cobija sin pliegues (que combina en colores con el espacio), y el personaje tranquilo/a, como si no hubiese tenido una semana laboral estresante y aquél libro vintage pero en perfectas condiciones, no es tan común.

No esperes «el momento adecuado», créalo: elimina distracciones, determina tu tiempo de lectura y optimiza tu concentración. Considera los siguientes puntos:

  • Determina cuánto tiempo leerás y haz un compromiso con ese tiempo. Si va a ser 1 minuto, que sea 1 minuto de calidad; si serán 3 hrs. , que sean 3 hrs. de calidad.
  • ¿Te ha sucedido que lees varias páginas y te das cuenta de que tus ojos pasaron por cada línea y hasta hojeaste tu libro pero no leíste nada? Por este problema tan común es importante que observes tu estado mental y emocional antes de leer.¿Estás listo/a para leer o necesitas quitarte estos pensamientos de encima? Practicar la meditación (vipassana) puede ayudarte a ser más consciente de tus procesos mentales y a concentrarte más en la lectura.
  • Que las distracciones no estimulen tus sentidos durante ese tiempo: silencio en el celular, no vibración o modo avión, no TV al fondo. La música puede ayudarte a concentrarte, pero te sugiero música instrumental muy tranquila, como la que se usa en un spa (¡cuida mucho que te relaje, pero que no te dé sueño!)
  • No te pases del tiempo que estableciste al principio y sigue con tu día. Encuentra tiempos garantizados y de gran calidad de lectura. Es mejor terminar cada sesión a tu tiempo que cederle el poder a las interrupciones. Con el tiempo y la práctica, te volverás un lector eficaz y encontrarás mejores y más largos momentos de lectura de calidad.

 

Reconoce el Ritmo Que Cada Libro Requiere

Leer libros no es una carrera. Hay gente que lee muchos libros pero no retiene mucha información, hay gente que lee poco pero retiene todo. Es importante que vayas al ritmo que te exige el libro y tu capacidad de comprensión (la cual mejorará con la práctica).

Hay libros que puedes leer en un solo día, hay otros que puedes tardar meses en terminar. Esto no es determinado únicamente por su longitud, sino por la necesidad de reflexión en torno al tema de la obra, hay libros que requieren de un esfuerzo mayor al que esperábamos. Si reconoces que estás muy interesado en la lectura pero cada vez que terminas una sesión sientes que hay mucho que reflexionar, hazlo.

Dos ideas para terminar un libro que te interesa pero requiere de más tiempo y esfuerzo:

  • Considera leer un segundo libro (al mismo tiempo), mucho más sencillo y que no sea del mismo género (por ejemplo, si tu libro es de ficción, considera leer uno de no-ficción). Lee este libro en los intermedios reflexivos para el primer libro. Tendrás que tener mucho orden.
  • Programa metas a cumplir por cada sesión de lectura: medio capítulo por sesión, un capítulo por sesión, etc.

 

Si No Te Gusta, Déjalo

Incluso los lectores más dedicados y experimentados se enfrentan a obras frustrantes. No te sientas obligado/a a leer un libro (a menos que sea un requerimiento escolar o algo así). Hay mucha gente a quienes les da “pena” no terminar un libro. Pueden sentirse “tontos” o “incultos” por encontrar un texto inaccesible. Sin embargo, la lectura es una relación: en ocasiones hay química y en otras no hay nada.

No le temas a abandonar un libro, témele a perder tu tiempo.

 

Anota Lo Importante, Subraya y Aprende Nuevas Palabras

Hay muchas personas que satanizan el acto de subrayar y hacer anotaciones en los libros. Por supuesto, tienen razón cuando se trata de una obra de acceso público (bibliotecas) pero, si el libro es tuyo, considera marcar y hacer anotaciones que te puedan ayudar a detectar, ubicar y valorar pasajes de gran importancia.

Hay una justificación supuestamente “empática” sobre escribir y marcar libros: “el siguiente lector puede molestarse”. Aunque puede ser cierto, te invito a practicar un poco más de egoísmo cuando se trata de tu lectura y tus libros. Tus anotaciones tienen un valor inmensurable.

Si aún no te gusta la idea, pero crees que te ayudaría mucho hacer apuntes, considera utilizar un lápiz para marcar los pasajes importantes con una línea vertical junto a los párrafos. Asigna una libreta o cuaderno para escribir lo que has subrayado y añade tus ideas y preguntas. Al final de cada libro, tendrás anotaciones y citas que te ayudarán a tener claro qué fue lo que te aportó ese libro.

También te recomiendo tener un diccionario siempre a la mano. Cuando no sepas el significado de alguna palabra, tómate el tiempo para aprenderla y ampliar tu vocabulario. En poco tiempo, notarás que puedes expresarte con mayor claridad porque tu repertorio se ha ampliado.

 

Ordena Tus Libros

Es importante que siempre sepas cuáles libros seguirán siendo útiles y cuáles deben despedirse. También es importante que aquellos que ocupan un espacio siempre sean accesibles. Evita poner unos frente a otros y procura que los títulos siempre sean visibles.

En ocasiones, leer un libro te abrirá el apetito para leer otros títulos específicos. El orden y la accesibilidad te permitirán considerarlos (aunque sea de forma inconsciente) y llamarán más tu atención si tu cerebro lo considera valioso.

Asigna un orden de tu elección: alfabético, por género, etc. Esto te ayudará a relacionar ciertos espacios con ciertos temas, influyendo en tu disposición de lectura. Si notas que no has usado libros de una zona específica de tu librero, quizá es un llamado a considerar si realmente deseas leerlos, si necesitan estar en otro lugar o si quieres encontrarles un nuevo hogar.

No importa si tienes una gran biblioteca, si apenas comienzas a hacerla o si prefieres tener pocos libros. Mantén un orden.

 

Dale la Misma Importancia a Todo Tipo de Lectura

¡Por supuesto que no toda la literatura se trata de libros! Considera leer ensayos, reportajes, artículos, blogs, cómics, manga, poesía, etc. pero házlo con la misma seriedad, dedicación y concentración. Con el tiempo, tu práctica hará de la lectura algo cada vez más agradable y fácil. ¡Estarás listo/a para nuevos tipos de texto, nuevas ideas y nuevo conocimiento en poco tiempo!

 

Conclusión

Toma en cuenta estos puntos y practica la lectura, si es posible, diariamente. Te ayudará a entrenar a tu mente para concentrarse mejor, informarte sobre aquellos temas que pueden desarrollar tu potencial, estar en contacto con tu intelecto y tus emociones y darle su debido respeto a tus momentos a solas.